La larva vive en el agua pero sube a la superficie para respirar, mudan su piel cuatro veces aumentando su tamaño en cada transformación. La mayoría de estas tienen unos tubos que les sirven para respirar.
Las larvas de
Anopheles yacen paralelas a la superficie del agua para poder obtener oxígeno a través de una apertura de respiración.
Otras larvas se adhieren a las plantas para obtener aire y se alimentan de microorganismos y materia orgánica que encuentran en el agua.
Durante la cuarta transformación, la larva se transforma en pupa y viven en el agua de 4 a 14 días, dependiendo de la temperatura del agua.
Suelen salir a la superficie a intervalos frecuentes para obtener oxígeno a través de un tubo de respiración llamado sifón.
Allí, se alimentan constantemente ya que la maduración necesita una gran cantidad de energía y alimento.
Las cerdas de sus bocas filtran cualquier cosa lo suficientemente pequeña para ser ingerida.
Se alimentan de algas, plancton, hongos y bacterias y otros microorganismos.